manifiesto
Cada época, cada periodo, se vuelve reconocible a partir de la identificación de problemáticas propias y especificas, que la cultura detecta y asume, desde sus distintos ámbitos, con la idea de construir inteligencias, mecanismos y metodologías que permitan abordarlas, y así darles respuestas propias y pertinentes;
Son estas miradas, las que determinan el carácter y el rasgo de cada sociedad en cada lugar, y las particularidades de estos abordajes, son los que expresan el compromiso y las ideas de dichas culturas, que a través de sus instituciones organizan tales búsquedas.
Nuestra época debe asumir, como uno de sus principales desafíos aun no resueltos, la creciente y dramática relación de su población en relación a sus recursos y territorios: en los últimos 50 años, la población mundial se ha duplicado, y por primera vez en la historia, vive más gente en áreas urbanas que en áreas rurales.
Como agravante, el crecimiento exponencial poblacional, presupone escenarios inciertos ante un soporte físico único: el territorio y los recursos son finitos.
Estas nuevas escalas, estas desplazadas problemáticas desde las localías desde donde se administraban, hasta la globalidad que las regula hoy, motivan a pensar nuevas herramientas legales que redefinan relaciones, y en esa ideológica disputa por nuevos órdenes trascurre nuestra época, que a medida que redefine derechos y posibilidades generales, organiza disciplinarmente, en cada lugar, en cada institución, en cada universidad, las nuevas herramientas ajustadas, acordes y pertinentes.
Este es el escenario dentro del cual cada disciplina debe reflexionar la época, si pretende producir herramientas dignas y a la altura de las demandas a responder.
Nuestro país, goza aún del privilegio de contar con una inmejorable relación entre territorio, recursos y población, ecuación que explica las enormes tensiones que lo sobrevuelan, en la disputa por los beneficios potenciales implícitos.
La formación del arquitecto no ha ido acompañando cabalmente estos asombrosos y complejos procesos; ha ido más bien creciendo en el abordaje desde lo edilicio hacia lo urbano, pero no ha incorporado orgánicamente aun la reflexión complementaria, integradora, desde el territorio, la geografía y los recursos, hacia la arquitectura.
La propuesta entonces de este Espacio Académico, el Taller Nación, será formar desde la Universidad Pública, de la FADU UBA como espacio de lectura federal de la problemática integrada del territorio, profesionales capaces de articular el extenso Territorio Nacional, de leerlo como único, como soporte integrador en su legitimidad natural, como primer arquitectura.
Y desde allí tomar decisiones particulares en las distintas escalas que son de la incumbencia de la arquitectura, en esta mirada desplazada, poniendo en juego escenarios complejos y multidisciplinares, donde operando con las herramientas propias, se incorporarán estrategias, metodologías y mecanismos que le den al arquitecto herramientas para integrarse a las mesas de las grandes decisiones sobre el territorio.